Formado en la tradición clásica pero con el corazón puesto en el rhythm & blues, el soul y el góspel, nuestro pianista aporta una profundidad melódica que da cuerpo, textura y elegancia a cada canción del repertorio.
Con un oído afinado y una técnica impecable, su forma de tocar fluye entre el swing cadencioso del rock & roll primitivo y las progresiones ricas del soul sureño. El público siente su presencia incluso cuando sus manos bailan con discreción sobre las teclas: es el colchón que sostiene, el eco que eleva, el motor que empuja.

En escena, Marcos aporta equilibrio, profundidad y un toque de refinada clase. Es el tipo de músico que no necesita alzar la voz para hacerse notar: su piano lo dice todo, con una mezcla de precisión y lirismo que enriquece la experiencia musical del grupo.