Elvis a media voz
Este espectáculo es un homenaje íntimo, documental y profundamente humano. En “Elvis a media voz”, el rey del Rock no sólo canta: también habla, recuerda, revive. La música se entrelaza con su propia voz narrativa, encarnada e nuestro vocalista, que nos guía a través de las luces y sombras de este icono imperecedero.
A lo largo del show, una selección cuidadosamente hilada de canciones, fotografías, vídeos y documentos originalesnos lleva desde su infancia humilde en Tupelo hasta su consagración en Las Vegas. Las imágenes se proyectan mientras suenan los acordes, integradas con sensibilidad y sentido escénico. Son cartas, entrevistas, imágenes familiares, titulares de prensa… todo ello compone el retrato vivo de un hombre que amó, sufrió, creyó y se perdió en su propia leyenda.

Entre canción y canción, la narración fluye en primera persona. No se trata de un recitado externo, sino de una evocación íntima, donde Elvis nos abre su alma y nos cuenta —con voz cálida y honesta— qué sentía al cantar Love Me Tender, por qué eligió If I Can Dream o qué buscaba cuando cerraba los ojos en How Great Thou Art.
El repertorio se adapta al tono emocional del espectáculo, recogiendo las canciones que marcaron su vida personal, espiritual y artística. Cada pieza está contextualizada con una imagen, un fragmento de audio o una historia real.
El formato es perfecto para teatros, auditorios, ciclos culturales y salas donde el público quiera escuchar, mirar, sentir. La duración es flexible —entre 60 y 90 minutos— nos permite adaptarnos a diferentes espacios sin perder fuerza ni verdad.
“Elvis a media voz” no es sólo un concierto: es un viaje emocional, visual y humano al alma de Elvis Presley. Un espectáculo que deja huella.