Graceland Groove Revival

Rock'n'Roll Clásico en estado puro

«Old Shep» en la feria de Tupelo

"Old Shep" en la feria de Tupelo

Es 3 de octubre de 1945 y la feria del condado de Mississippi vibra con música, risas y el murmullo de la multitud. Entre subastas de animales y montañas rusas, un pequeño escenario aguarda a los concursantes del certamen escolar de talentos.

La maestra Oleta Grimes acompaña a un alumno especial. Es tímido, delgaducho, tan sólo tiene diez años y lleva gafas demasiado grandes y baja la mirada con inseguridad. Antes de empujarlo hacia el escenario, Oleta se inclina y le susurra:

—Cántala como lo haces en clase. No pienses en nada más.

Luego corre a buscar a su madre, que esperaba entre la gente.

—Gladys, ven conmigo. No te puedes perder esto.

Las dos mujeres se abren paso hasta la primera fila mientras el niño sube al escenario. El micrófono le queda demasiado alto y alguien le acerca una silla. Se sube, ajusta sus gafas y, con una mezcla de miedo y determinación, comienza a cantar “Old Shep”, una balada triste sobre la lealtad y la pérdida de un perro. La voz del niño no es potente, pero sí clara, sincera, con un temblor que hace aún más conmovedora la letra.


El grupo completo de participantes del concurso, con los presentadores y el estandarte de la radio WELO Mutual, que organizaba el evento en la feria de Tupelo.

La feria sigue con su ruido constante: el pregón de los vendedores, el chirrido de las atracciones, las carcajadas de los niños que corren de un lado a otro. Entre todo ese ajetreo es difícil apreciar la magnitud de lo que ocurre en el escenario. Para la mayoría no es más que otro niño cantando. Pero Gladys, con los ojos fijos en su hijo, sabe que su voz tiene algo único. Y Oleta, a su lado, se siente confirmada: ese pequeño merece estar ahí.

El público guarda silencio primero, después aplaude con ternura. El jurado entrega los premios a otros niños, pero eso ya no importa. Oleta y Gladys se miran emocionadas: han visto algo que los demás todavía no saben ver.


Elvis a los 10 años, con gafas, serio, trajeado con tirantes, al lado de otros niños con sus trofeos

Ese niño con gafas, que canta subido a una silla en la feria de Tupelo, se llama Elvis Presley.


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